Han transcurrido trescientos años desde su nacimiento y nadie pone en duda que la devoción a la Divina Pastora de las Almas -la única advocación mariana nacida en Sevilla- está fuertemente arraigada en la religiosidad popular andaluza. Nadie puede discutir tampoco que la devoción promovida por fray Isidoro y tantos otros capuchinos prendió de manera muy especial en Cantillana, cuyo inusitado fervor por la Pastora Divina le ha valido fama y reconocimiento más allá de sus fronteras y convertirse en espejo y modelo. Teniéndola a Ella como único norte, nuestra hermandad ha sabido mantener con toda pureza sus ritos y tradiciones desde los tiempos fundacionales hasta hoy. Del mismo modo, el pueblo de Cantillana, nunca ajeno a las fiestas pastoreñas, siempre parte esencial de ellas, ha forjado desde tiempo inmemorial todo un aparato de elementos externos, ineludibles en las celebraciones y que les otorgan una indiscutible singularidad.
Consciente de todo esto, la hermandad creyó conveniente hace ya casi siete años comenzar los trámites para que las Fiestas y Romería de la Divina Pastora fueran declaradas de Interés Turístico Nacional. En marzo de 2003 la hermandad cursa solicitud a la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía pidiendo dicha declaración. Junto a la solicitud se envió un extensísimo y completo expediente, en el que se incidía en valores propios como la grandiosidad, la personalidad, el carácter único, la antigüedad, la originalidad, la autenticidad y, claro está, la participación multitudinaria y entusiasta de hermanos y devotos. Aquel monumental informe fue elaborado por Francisco Manuel Durán Gallardo, Florencio Arias Solís, Luis Manuel López Hernández, Juan Manuel Daza Somoano y Antonio José Castaño López.
En consecuencia, nadie puede arrogarse individualmente ningún mérito en aquella declaración de interés turístico: la iniciativa partió de la junta de gobierno, los nombres de los autores materiales de la memoria explicativa que hemos reseñado arriba están escritos aquí negro sobre blanco y los auténticos valedores de aquel logro fueron los pastoreños cantillaneros, protagonistas y responsables de la grandeza de nuestra devoción y nuestras fiestas siglo tras siglo. A mayor gloria de la Santísima Virgen, Divina Pastora de nuestras almas.
Fuente: web oficial de la Candidatura
Consciente de todo esto, la hermandad creyó conveniente hace ya casi siete años comenzar los trámites para que las Fiestas y Romería de la Divina Pastora fueran declaradas de Interés Turístico Nacional. En marzo de 2003 la hermandad cursa solicitud a la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía pidiendo dicha declaración. Junto a la solicitud se envió un extensísimo y completo expediente, en el que se incidía en valores propios como la grandiosidad, la personalidad, el carácter único, la antigüedad, la originalidad, la autenticidad y, claro está, la participación multitudinaria y entusiasta de hermanos y devotos. Aquel monumental informe fue elaborado por Francisco Manuel Durán Gallardo, Florencio Arias Solís, Luis Manuel López Hernández, Juan Manuel Daza Somoano y Antonio José Castaño López.
En consecuencia, nadie puede arrogarse individualmente ningún mérito en aquella declaración de interés turístico: la iniciativa partió de la junta de gobierno, los nombres de los autores materiales de la memoria explicativa que hemos reseñado arriba están escritos aquí negro sobre blanco y los auténticos valedores de aquel logro fueron los pastoreños cantillaneros, protagonistas y responsables de la grandeza de nuestra devoción y nuestras fiestas siglo tras siglo. A mayor gloria de la Santísima Virgen, Divina Pastora de nuestras almas.
Fuente: web oficial de la Candidatura
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