miércoles, 11 de mayo de 2011

Los campanilleros de la Divina Pastora

Desde antiguo, fueron dedicadas a la Divina Pastora, coplas de campanilleros. Fray Gonzalo de Córdoba, capuchino, compuso las rosas del alba y los misterios del rosario por campanilleros para cantarlo en el Rosario de la Aurora que anualmente por el mes de mayo celebra la Hermandad coincidiendo con la Fiesta de la Madre del Buen Pastor y así se hacía antiguamente. En el Rosario de la Aurora de 2005, el coro de la Hermandad dirigido por D. Antonio Portillo recuperó con gran acierto estas coplas y así se siguen cantando al amanecer de cada tercer domingo de mayo junto al Simpecado rojo de la Pastora en el Rosario de la Aurora.


ROSAS DEL ALBA




1

A tu puerta, zagala Divina
Los campanilleros aguardando están
A que asomes tu rostro de cielo,
Cuyos ojos lumbre a la aurora dan;
y florecerán
los claveles que abrirse no quieren
Hasta que tu mano los venga a cortar.


2

¡Toda llena de gracia y belleza,
Pastora divina, te ha hecho el Señor!
Toda pura sin sombra de mancha
El Eterno Padre tu alma creó!
Porque te escogió
Para Madre del verbo encarnado
Y Esposa te hizo del Divino Amor.




3

En la gloria del alba te anuncia
Verdades eternas el ángel Gabriel:
¡No hay criatura que pueda igualarte:
Como tú, Zagala, no hay otra mujer;
Bendita has de ser,
Y el Zagal que el Espíritu Santo
Puso en tus entrañas, bendito es también!



4

Del Divino Cordero la Madre
Pastora fue hecha por el mismo Dios
Y pellica le dio Inmaculada
Bordada con cinco rosas de pasión;
y la regaló
Con su cruz salpicada de sangre
Para hacer con ella cayado de amor.






5

Ya la Aurora florece en los cielos
Las rosas se abren. Canta el ruiseñor.
La divina Pastora aparece
Bajo el vivo incendio de un granado en flor.
¡oh, qué aparición!
Y en sus brazos un niño sonríe
Que ha de ser mañana Cordero y Pastor.





6

A los cielos la Virgen María
Sube en cuerpo y alma gloriosa y triunfal.
Y de mundos su frente circunda
El poder augusto de la Trinidad;
Y el Hijo le da
De Pastor su cayado, pues quiere
Que Ella sea Pastora y El ser su Zagal.





1

Jesucristo triunfante y glorioso
del sepulcro sale vestido de sol,
Y sus guardias rodaron por tierra,
Rindiéndole el culto de la adoración.
Porque padeció
le circunda la gloria del Padre,
pues la gloria es premio de la humillación.





2

Jesucristo que abrió con su muerte
las puertas cerradas del reino inmortal.
Sobre nubes de luz y de gloria
dirige a los cielos su marcha triunfal.
más de allí vendrá
cuando acaben los tiempos y el mundo,
y a vivos y a muertos se digne juzgar.





3

Con sonidos de roncas tormentas
y en forma de llamas de claro fulgor
el Espíritu Santo desciende
a la grey naciente que Cristo engendró
Y a su santo ardor
purifica al sacro Colegio,
y el mundo contrito se vuelve hacía Dios.



4

¿Quién es esa que sube a los cielos
cual naciente aurora, cual ardiente sol,
como luna de sol de justicia
cual hueste terrible contra el invasor?
Diga nuestra voz
que es María que sube a los cielos,
radiante y hermosa cual Madre de Dios.





5

Revestida de luz y de gloria
llega al trono augusto de la Trinidad
la que es Madre, es Hija y Esposa
del Dios uno y trino, del Dios de bondad
y humilde al llegar,
la corona de gloria y justicia
Dios pone en su frente de Reina inmortal.

Fray Gonzalo de Córdoba
O.F.M. CAP.

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