sábado, 10 de septiembre de 2011

El Redil Eucarístico de la Divina Pastora

Símbolos Eucarísticos en el Estandarte Corporativo, estrenado en el 2005 y realizado en Morón de la Fra. Por Manuel Solano bajo el diseño de Luis M. López Hernández.
Muchas veces hemos escuchado nombrar el Redil Eucarístico de la Divina Pastora. Sabemos que figura en el título oficial de la hermandad, que su emblema está presente en el reverso de la medalla de hermano por medio de símbolos eucarísticos, hemos oído decir que los hombres entraron en la hermandad con pleno derecho gracias a esta institución… Sin embargo, la verdad es que poco o nada sabemos del Redil Eucarístico: qué es, desde cuándo existe, para qué sirve, qué consecuencias tuvo su fundación en la vida de la corporación y en las fiestas pastoreñas tal como nos ha tocado conocerlas y vivirlas. La finalidad de este modesto artículo, está dedicado precisamente a dar, si quiera sea sucintamente, algunas pinceladas sobre el Redil Eucarístico. Esperamos que sirva para divulgar su existencia y conocer mejor su esencia como parte importante que es de nuestra historia colectiva.

El Redil Eucarístico de la Divina Pastora surgió como asociación de fieles establecida en Cantillana en el año 1944, si bien el decreto de erección canónica fue firmado por el vicario general del Arzobispado el 6 de octubre de 1943 en respuesta a una solicitud oficial del cura párroco. El vicario autorizó el establecimiento canónico del Redil Eucarístico de la Divina Pastora de Cantillana “según el espíritu y reglamento del establecido en la iglesia de los RR.PP. Capuchinos de esta ciudad de Sevilla”, según se lee en el citado documento.

El primer guion del Redil Eucarístico, en los años
de 1980 parte de sus bordados y el ovalo central se
utilizaron para el guion de la romería.
Como tantas otras cosas durante la época en cuestión –décadas de los 40 y los 50-, su fundación se debió al padre Claudio de Trigueros, el capuchino de tan grata memoria en Cantillana, quien importaría la idea de asociaciones similares -de moda en la época- que ya existían en el seno de la Orden religiosa, como en su convento de Sevilla, como ya se ha dicho. En el Archivo de la hermandad se conserva el libro de actas del Redil Eucarístico con información de los años 1944 a 1976. La primera junta directiva estuvo presidida por Mercedes Espinosa Sarmiento, siendo vicepresidenta Amparo Sarmiento Espinosa y Magdalena Ríos de Montalbo, la secretaria, auxiliada en sus funciones por Dolores Sarmiento Espinosa. La tesorería quedaría, por este orden, en manos de Cristina Solís de Sarmiento, Santos Saenz de Tejada y Concepción Saenz de Tejada. Además, según consta en la primera acta del Redil Eucarístico, existían siete vocales (Pastora Solís de Morejón, Dolores López de Arias, Matilde Fernández de Morejón, Manuela Espinosa Sarmiento de Arias, Concepción López Santolalla, Carmen Espinosa de Sarmiento y Ana Sarmiento Rivas) y 11 celadoras (Asunción Arias Espinosa, Magdalena Maqueda Ortiz, Manuela García, Pastora García Núñez, Encarnación Villarreal, Pastora Blanco Valverde, Matilde Arias López, Dolores Sarmiento Espinosa, Amalia Maqueda Ríos, Dolores Arias Espinosa y Concepción Ortiz Pérez).

Durante la primera reunión, la junta directiva del Redil Eucarístico estableció potenciar la celebración anual del triduo solemne coincidiendo con la fiesta litúrgica de la Madre del Buen Pastor “como tradicionalmente se celebraba desde antiguo en la hermandad”. Estos cultos son, como cabrá suponer, los que se mantienen en la actualidad durante el mes de mayo, consistentes en la celebración de un triduo solemne que concluye con la correspondiente función.

Asimismo, los estatutos de la asociación preveían que los niños de la hermandad hicieran la primera Comunión durante los cultos de mayo, “imponiéndoseles la medalla cuando los padres de los niños sean gustosos y lo pidan”, según reza en el libro de actas. Como veremos después, esta costumbre se perdió años más tarde por la falta de apoyo del párroco, quien impuso que todos los niños del pueblo hicieran juntos la primera Comunión acorde con los nuevos tiempos. Efectivamente, los hijos de las familias pastoreñas ya no reciben el Sacramento en el seno de la hermandad, pero a nadie pasará desapercibido que muchos pequeños siguen participando en la ofrenda de flores del tercer domingo de mayo ataviados con el traje de la Comunión. Sí, se trata de una herencia de aquella costumbre del Redil Eucarístico que se perdió. Precisamente, el acta fundacional que comentamos recoge a continuación que el último día del triduo, por la tarde, estos niños “harán la ofrenda de flores a la Santísima Virgen mientras se canta por el coro la Salve”. Como vemos, todo tiene un por qué, una explicación lógica. Lo que ocurre es que a veces la ignoramos.


Actual guion del redil Eucarístico,
realizado en la década de 1980 en los
talleres de Fernández y Enríquez de Brenes.
La recién constituida junta directiva también abordó el asunto de la medalla. En concreto, las responsables delegaron en el director espiritual, el padre Claudio, y en la presidenta, Mercedes Espinosa, comenzar las gestiones en una fábrica de Valencia para conseguir “el troquel de una medalla propia para el Redil, que llevarán las asociadas en los actos eucarísticos”. Por último, se establece que los primeros sábados de cada mes se haga el ejercicio propio del Redil Eucarístico “con la comunión de los amantes de la Divina Pastora que hayan recibido la medalla”. Como curiosidad, anotaremos que no había una cuota determinada para los socios, sino que se dejaba a la voluntad de cada uno. Aunque, eso sí, se advertía sobre los “múltiples gastos” a los que habría que hacer frente y se dejaba caer que el donativo sería un indicativo “del fervor y amor a la Divina Pastora”. Una forma sutil de mover conciencias a la hora de meterse la mano en el bolsillo.

Así se constituyó el Redil Eucarístico hace 63 años. Lástima que a la secretaria se le olvidara plasmar la fecha concreta de la primera reunión al pasar el acta al libro oficial.

La revista religiosa El Adalid Seráfico, editada por los capuchinos de la provincia Bética desde hace más de un siglo, se hizo eco de la fundación del Redil Eucarístico de la Divina Pastora en Cantillana. En el número 1.116 de la publicación, correspondiente al mes de mayo de 1944, apareció un artículo a toda página ilustrado con una fotografía de la Virgen bajo el titular “Redil Eucarístico de la Divina Pastora en Cantillana”.

“En Cantillana se ha celebrado del 21 al 23 de abril un solemnísimo triduo para fundar el Redil Eucarístico de la Divina Pastora en ese pueblo, desde los primeros tiempos tan amante de esa tierna advocación de la Virgen”. Así comienza el citado artículo, gracias al cual sabemos también que la predicación corrió a cargo del padre Claudio y la parte musical, del padre Romualdo de Galdácano “con un coro brillantísimo de cantoras del pueblo que resultó admirable”.
El texto cita también como acto que conmovió a los asistentes la celebración del rosario de la aurora, así como la misa de comunión “en la que comulgaron por primera vez un grupo de niños que, como ángeles, se acercaron a recibir el Pan Eucarístico acompañados de sus padres y familiares y gran concurso de fieles”. A continuación añade que el padre Claudio impuso la medalla del Redil Eucarístico a numerosos hombres y mujeres. Terminado el triduo, por último, los niños que habían recibido la primera Comunión hicieron la ofrenda de flores “entre lágrimas de todos los asistentes”.
Así narró El Adalid Seráfico el triduo fundacional del Redil Eucarístico. La publicación religiosa retomaría el asunto un año más tarde. En el número de junio de 1945, El Adalid Seráfico publicó una reseña del triduo en honor de la Divina Pastora en el que destacaba el auge que había tomado la nueva institución en sólo un año de existencia.

A partir de aquí, las siguientes noticias sobre la nueva organización la encontramos dos años más tarde, en 1946, cuando se celebró una reunión de la junta directiva el 25 de abril. Como curiosidad, anotaremos que fue en aquella sesión en la que se decidió que la medalla para los hermanos llevara un cordón grueso blanco y celeste “como usan los caballeros del Redil Eucarístico de la Divina Pastora establecida en la iglesia de los PP. Capuchinos de Sevilla”, mientras que las hermanas usaban una cinta con los mismos colores.

Un lustro más tarde, en 1951, la junta directiva vuelve a reunirse con un único punto en el orden del día: dar cuenta de los fallecimientos de la tesorera, Cristina Solís de Sarmiento, y de las vocales Carmen Espinosa de Sarmiento y Ana Sarmiento Rivas. En una reunión posterior, celebrada el 10 de abril del mismo año, se elige la nueva junta directiva y se hace constar la compra de algunos objetos, como un púlpito portátil para los cultos del Redil Eucarístico que fue donado por la familia Saenz de Tejada y López. Por último, la junta directiva decidió “por aclamación” celebrar junto a la hermandad de la Divina Pastora la definición dogmática de la Asunción de Nuestra Señora “según el espíritu del padre fray Isidoro de Sevilla”.


Documento de la instauración del Redil
Eucarístico, fechada en 1943.
Según se desprende del libro de actas, el Redil Eucarístico celebró al menos una reunión anual desde 1951, coincidiendo con el triduo de mayo y aportando detalles -curiosos unos, importantes otros- sobre la celebración de estos cultos. A continuación, resumimos esquemáticamente lo que consideramos más interesante de lo que fue ocurriendo año tras año, utilizando como fuente las 27 actas que se conservan de las reuniones celebradas por la junta directiva del Redil Eucarístico hasta 1976, donde se interrumpe el relato, pues con el tiempo fue fundiéndose con la Hermandad de la Divina Pastora hasta convertirse prácticamente en una sola institución como la hemos conocido en nuestros días.
1952. Se introduce el Rosario de la Aurora, que salió a las seis de la mañana los dos primeros días del triduo con la concurrencia de “multitud de fieles de ambos sexos”. El último día salió una procesión para dar la comunión a los enfermos de la hermandad acompañada del simpecado. El provincial de los Capuchinos presidió la función, cantada por el coro de teólogos de la Orden. Por la tarde se celebró una velada literario-musical.

1953. Debido a la multitud de fieles que asistieron a los cultos hubo de habilitarse un pasillo en la nave central mirando al camarín circundado por barandas para que se colocaran los niños que hacían la primera Comunión. En medio del pasillo se colocaron reclinatorios tapizados en blanco y adornados con flores. El último día se realizó la ofrenda de flores de los niños y se impusieron las medallas a los nuevos hermanos que ingresaron en el Redil Eucarístico.

1954. Se destaca el auge que están tomando los cultos que el Redil organiza los primeros sábados de mes (misa de comunión general por la mañana y exposición del Santísimo por la noche) y se da cuenta del fallecimiento de la celadora Dolores Arias Espinosa.

1955. Más de 500 personas, según el acta, asistieron al último día del triduo, cuando un grupo de niños hizo la primera Comunión.

1956. El acta de ese año aparece firmada y sellada por José María Bueno Monreal, por entonces arzobispo coadjutor de Sevilla, quien giró una visita pastoral a Cantillana el 24 de abril de 1956.


Primeras comuniones en el triduo de la
Divina Pastora.
1957. El padre Claudio de Trigueros predica el triduo de este año. Los religiosos capuchinos fueron habitualmente los encargados de oficiar los cultos del triduo durante los primeros años del Redil Eucarístico, muy especialmente el fundador y director espiritual de la institución.

1959. Aquel año se celebró el triduo del 10 al 12 de mayo. Como era costumbre, el primer día salió el Rosario de la aurora a las seis de la mañana; el segundo hubo procesión de impedidos y el último día hicieron la Comunión los niños que por la noche protagonizarían la ofrenda de flores.

1960. Se celebraron los cultos con algunas “contrariedades”, según consta en el libro de actas. El párroco, Enrique Morón, prohibió el repique de campanas a la salida del Santísimo para la procesión de impedidos. Tampoco se celebró la ofrenda de flores.

1961. El triduo se celebró a mediados de abril pero no hubo procesión de impedidos, suponemos que por imposición del párroco. Se recupera la ofrenda de flores, pero ya no la hacen los niños de Comunión. El Redil contaba por estos tiempos con 250 socias.

1962. Vuelve a celebrarse la procesión de impedidos, pero se hace en privado, sin la solemnidad de otros años. El segundo día salió el Rosario de la aurora, que por primera vez fue a la ermita de Los Pajares, inaugurada y bendecida dos años antes. A partir de este año sería costumbre desayunar churros en la Venta de Tomás una vez finalizada la misa. Los niños hicieron la primera Comunión el último día.

1963. El Rosario no pudo salir debido a la lluvia. Y la junta directiva se lleva otro disgusto: momentos antes de la ofrenda de flores de los niños a la Virgen, el párroco, Manuel Sánchez Aguilar, coge el micrófono y suspende el acto sin previo aviso. El documento no explica el por qué de esta decisión del sacerdote.

1964. El párroco vuelve a suspender la procesión de impedidos argumentando que se celebraba la parroquial muy próxima en las fechas y le restaba solemnidad. El padre Sánchez Aguilar tampoco quiso que los niños hicieran la ofrenda de flores con el traje de la Comunión.

1965. No se narran nuevos sobresaltos y parece que el triduo se celebró con normalidad, predicando el padre Rejos, por entonces coadjutor de Santa María de Écija.

1966. El panegírico corrió a cargo de Federico Pérez-Estudillo Sánchez, quien sería canónigo de la Catedral de Sevilla. Profesó una gran devoción a la Divina Pastora, pues no en vano era hijo de una cantillanera y pastoreña que perteneció al coro de la hermandad (Angelita Sánchez).


En 1962, el tradicional Rosario de la Aurora se dirige
por primera vez a la Ermita de los Pajares.
1967. Se hace constar en el acta de este año que al paso del Rosario de la aurora se echaron algunos cohetes.

1968. Con motivo de la visita del cardenal, el párroco, Enrique Carrasco, pidió que los niños hicieran la Comunión junto a los del colegio de las Madres Teatinas en la ermita de la Soledad. Niños vestidos de pastorcitos participan en la ofrenda de flores.

1969. El párroco suspende definitivamente las comuniones en el triduo a pesar de que ya había madres que querían que sus hijas siguieran esta tradición. Y otro mazazo. En el margen del libro de actas se deja constancia de la muerte del fundador y padre espiritual del Redil Eucarístico: el padre Claudio fallece el 14 de noviembre de 1969.

1970. Se celebra el 250 aniversario fundacional de la hermandad. Para la ocasión se colocó la carreta de plata en el presbiterio del altar mayor y acudieron hermandades de la provincia que habían sido invitadas a los cultos.

1971. El acta aparece firmada por Amparo Sarmiento y no por Mercedes Espinosa, ya fallecida. Se cuenta que, cuando empieza el repique de campanas para la salida del rosario, toca el tamborilero y se tiran cohetes.

1972. Es un borrador de acta, pues faltan algunos datos y carece de firma.

1973. Predica el triduo el padre Ángel Carrillo Sevillano.

1974. También está incompleta, aunque no se hace constar ninguna novedad.

1975. Predica el padre Pozo, fundador de Paz y Bien y muy querido también en Cantillana. El Rosario de la aurora sale el domingo. Sabemos que los fieles iban cantando los misterios hasta llegar a la ermita.

1976. La Virgen fue sacada del camarín y colocada sobre el sagrario del retablo para los cultos, encima de la peana de la carreta, “estrenando seis arañas de cristal preciosísimas y diez de plata”. La predicación estuvo a cargo “de nuestro querido paisano y párroco de Villaverde del Río P. Manuel Moreno”.


En 1976 para el triduo la Virgen fue sacada del
camarín y se estrenaron las arañas.

1978. Aunque el libro de actas del Redil Eucarístico se interrumpe en 1976, no podemos dejar de anotar que, dos años más tarde, los cultos de mayo experimentarían un cambio notable: el triduo comienza a celebrarse en el altar mayor, y no en el camarín como hasta entonces, y se inicia también un nuevo besamanos de la Virgen en estos cultos.
Es nuestra intención ahora, resaltar el papel que hoy tiene el Redil Eucarístico en el seno de la hermandad y reiterando los actos y cultos que se celebran por herencia directa de aquél. A veces participamos en ritos cuyo origen desconocemos. Y hay que buscarlo, precisamente, en la fundación y existencia del Redil Eucarístico auspiciado por el capuchino Claudio de Trigueros. El triduo conmemorativo de la fiesta de la Madre del Buen Pastor en mayo, el rosario de la aurora, la ofrenda de flores de los niños vestidos de pastorcitos y los cultos en honor del Santísimo Sacramento y un mayor protagonismo de la Santa Misa en los cultos tienen su origen en una institución que, con el paso de los años, terminaría fusionándose en todos los sentidos con la Hermandad de la Divina Pastora; un proceso que culminó con la aprobación de las Reglas en 1997.

El Redil Eucarístico contribuyó en mucho a dar realce a los cultos religiosos que se celebran en el mes de mayo conmemorando la fiesta pascual y litúrgica de la Madre del Buen Pastor “como tradicionalmente se celebraba desde antiguo en la hermandad”, según el acta fundacional. Hasta 1968, los niños de la hermandad recibían la Primera Comunión durante el triduo.

Ese año, el párroco, Enrique Carrasco, aprovecha una visita pastoral del cardenal Bueno Monreal para que los pequeños hagan la Comunión junto a los alumnos del convento de las Teatinas en la ermita de la Soledad, suspendiendo definitivamente esa costumbre al año siguiente. No obstante, hay detalles que aún perviven. ¿De dónde, si no, viene la tradición de que los niños que han recibido el Sacramento ese año hagan la ofrenda de flores con el traje de Comunión? La costumbre de que los niños de la hermandad hicieran la Primera Comunión durante los cultos pastoreños de mayo no es caprichosa aunque, según el devenir de las cosas, no les gustara a los curas de la época. En los estatutos del Redil Eucarístico aparece recogido, como también ha quedado reflejado en los libros de actas de la asociación, que los pequeños recibirían la medalla “cuando los padres de los niños sean gustosos y lo pidan”. También se perdió, a fuerza de poner pegas, la procesión de impedidos gracias a la cual los enfermos de la hermandad recibían la Comunión. En 1960, el entonces párroco, Enrique Morón, prohíbe el repique de campanas a la salida del Santísimo, suspendiéndose al año siguiente. En 1962 se recupera la procesión de impedidos para, en 1964, suspenderse con el argumento de la cercanía de la parroquial, a la que le restaba solemnidad, según el cura.
La Procesión con S. D. M. por las calles adyacentes
a la Parroquia, la última noche de novena, constituye
el principal culto al Santísimo Sacramento
que organiza la Hermandad.

El padre Sánchez Aguilar también impidió que los niños hicieran la ofrenda de flores con el traje de la Comunión.

Aunque ya no se celebra la procesión de impedidos, cabe destacar la pervivencia de los cultos en honor del Santísimo Sacramento. Ahí están la exposición del Santísimo durante los tres días que dura el triduo o la solemnísima procesión eucarística que se celebra la última noche de la novena durante los cultos principales de la hermandad en septiembre, con función de comunión general. En la actualidad, la procesión eucarística de la última noche de novena constituye la principal manifestación de culto sacramental de cuantos celebra la hermandad. Es la segunda procesión, después de la de la Virgen el 8 de septiembre,

en importancia y solemnidad, participando en ella muchos hermanos varones que portan las insignias y reliquias que posee la institución. Así, el Santísimo va acompañado con los ornamentos más ricos del patrimonio de la hermandad.

Uno de los cultos que se potenció con el Redil Eucarístico y que, en cambio, sí se sigue celebrando es el rosario de la aurora coincidiendo con el triduo de mayo. La primera referencia documental que tenemos de él es del año 1944. El Adalid Seráfico, revista capuchina, dice que “entre los actos piadosos que más han conmovido se recordará siempre el rosario de la Aurora. Lo hizo durante los dos primeros días del triduo a la seis de la mañana con la concurrencia de multitud de fieles de ambos sexos”, según recoge el libro de actas del Redil Eucarístico. El recorrido, obviamente, era distinto. Es de suponer que recorrería las calles del casco histórico, recogiéndose de nuevo en la parroquia, como es norma desde el origen de esta hermandad. No es hasta 1962 cuando el rosario de la aurora sale del pueblo para ir a la ermita de Los Pajares, inaugurada y bendecida sólo un par de años antes, con el contratiempo de que al año siguiente tuvo que suspenderse debido a la lluvia. Tampoco es nuevo lo de tirar cohetes, aunque algunos se quejen de que son horas intempestivas para armar escándalo, cuando muchos de los vecinos duermen.

En el principal distintito para los hermanos, la medalla,
aparece los elementos Eucarísticos que hacen
referencia al Redil. La propia medalla fue acuñada
coincidiendo con el inicio de la fundación de
esta asociación.
Existe constancia documental de que en 1967 se empezaron a tirar cohetes durante el rosario de la aurora, costumbre ésta que no sólo no se ha perdido, sino que ha ido ganando fuerza con el tiempo. Del mismo modo, las actas de la institución reseñan la presencia del tamborilero en este culto público al menos desde 1971, perdiéndose su presencia en este rosario de manera inversa a lo que ha ocurrido en los rosarios y actos de la romería donde su la presencia de esta figura tan romera y típica de los cultos de la Pastora ha ido aumentando en los últimos tiempos. Felizmente se ha recuperado hace algún tiempo, con la tendencia de rescatar viejas tradiciones, el acompañamiento en el rosario de la aurora del coro de la hermandad cantando los misterios por campanilleros.

El origen de la ofrenda de flores de los niños vestidos de pastorcitos hay que buscarlo en la costumbre de que los niños que recibían la Comunión ese año en el triduo, al finalizar los cultos, realizaban una ofrenda floral a la Virgen. Antes del año 1955, al no tener acceso público el camarín, donde entonces se celebraban, los pequeños lanzaban pétalos hacia el altar. Posteriormente, subían hasta la imagen depositando la ofrenda a sus plantas. Según las actas de la institución, en 1961 se realizó la ofrenda de flores, aunque no la hicieron los niños vestidos con el tradicional traje de Comunión. No fue, sin embargo, hasta mediados de los años 60 cuando se originó la costumbre de ataviar a los niños a la manera de pastores para hacer la ofrenda, como era tradicional en Sevilla en las procesiones de la Divina Pastora de Santa Marina y de Capuchinos.

Coincidiendo con el III centenario, en el 2003, la Procesión
Eucarística revistió un carácter especial y el Santísimo salió
en un paso portado por costaleros en una bella custodia de plata.
Los primeros niños que se vistieron de pastorcitos en Cantillana fueron los hermanos Juan y José Arias Solís, que ofrecieron con este atuendo el báculo que estrenó la imagen durante la función principal del 8 de septiembre de 1965. Hasta el ofertorio, la Pastora estuvo sin cayado, y fue el sacristán José Díaz Hidalgo quien subió al Risco a colocárselo una vez bendecido por el párroco, Manuel Sánchez Aguilar. La idea gustó tanto que, a partir del año siguiente, los niños de la hermandad comenzaron a realizar la ofrenda de flores así vestidos. Hoy en día, 40 años después, la ofrenda de flores de los pastorcitos se ha convertido en una seña de identidad de los niños de la hermandad, y son centenares (alrededor de 300) los que participan cada año.

La integración plena del Redil Eucarístico en la Hermandad de la Divina Pastora es fruto de un proceso histórico que puede verse incluso a través de los símbolos. Y los símbolos de la institución son sus estandartes. La primera insignia que representó al Redil Eucarístico la encargó Baltasar Morejón, socio destacado y uno de los promotores de la institución, a principios de la década de los 50. Era una bandera amarrada al asta, confeccionada en terciopelo verde con un tondo central en el que figuraba una pintura al óleo de la Divina Pastora de Cantillana obra del pintor sevillano Juan Antonio Rodríguez. Bordados en oro llevaba los símbolos eucarísticos (el cáliz y la sagrada forma) y el anagrama de la Virgen María timbrado por el sombrero y el cayado de Pastora y la corona de Reina. Rodeando la pintura central podía leerse la leyenda Redil Eucarístico de la Divina Pastora. Año 1944. Todo ello ornamentado con las espigas y las uvas que representan también la base del pan y el vino, los elementos de la eucaristía. Hasta la década de los 80 estuvo utilizándose la bandera del Redil Eucarístico.

En el 2009, coincidiendo con el aniversario de la orden
Franciscana, en la procesión de S. D. M. participó la
Imagen del Seráfico Padre en una templete de plata,
igualmente fue procesionada en andas la reliquia de
san Francisco que la hermandad posee
así como las rosas de la Porciúncula.
Es decir, hasta después incluso de dejar de existir como institución independiente de la hermandad. En 1982, estando ya muy deteriorada la primitiva insignia que tantas veces se mojó durante la romería, la junta de gobierno –entonces todavía junta gestora- de la hermandad decidió confeccionar una nueva insignia a modo de banderín que serviría como guión para estar presente en todos los actos y cultos eucarísticos y para abrir las procesiones con el Santísimo. El nuevo guión del Redil Eucarístico fue confeccionado por los talleres de Fernández y Enríquez de Brenes en raso color marfil bordado en oro con los símbolos tradicionales de la eucaristía. Los restos de la antigua bandera se aprovecharon para la hechura del guión de la romería y de un paño para la mesa de la presidencia, donde se sientan los miembros de la junta de gobierno durante los cultos. La aprobación definitiva de las nuevas reglas de la hermandad por parte del Arzobispado en 1997 viene a consumar la fusión definitiva del Redil Eucarístico con la Hermandad de la Divina Pastora, según se desprende del propio título de la corporación:

Pontificia, Real, Ilustre, Franciscana y Muy Antigua Hermandad de la Divina Pastora de las Almas, Santo Rosario y Redil Eucarístico. Dada la nueva situación, la junta de gobierno decidió, a nuestro entender con muy buen criterio, confeccionar un nuevo estandarte o insignia que viniera a representar a ambas instituciones en un mismo símbolo. Así, en el año 2005, se elabora en el taller de Manuel Solano de Morón de la Frontera siguiendo el diseño de Luis Manuel López, diputado mayor de gobierno y cultos, y licenciado en Bellas Artes, quien rescata los mismos símbolos eucarísticos que aparecían en la primitiva bandera del Redil Eucarístico que encargara Baltasar Morejón allá por los años 50.

Así se cierra en nuestros días, también en las formas, la integración o fusión del Redil Eucarístico en el seno de la hermandad, tal como la mayoría de nosotros la hemos conocido, de manera que no se entiende lo uno sin lo otro.

Como el lector habrá podido deducir al repasar la historia del Redil Eucarístico contenida en estas líneas, su fundación y existencia tuvo consecuencias que llegan hasta la actualidad, aunque a veces participamos en ritos cuyo origen desconocemos. El Rosario de la aurora, la ofrenda de flores, los niños vestidos de Primera Comunión, la imposición de medallas a los nuevos hermanos… Todos estos actos, que cada año repetimos durante los cultos de mayo, hallan su origen en el Redil Eucarístico que fundara el padre Claudio allá por 1944 agregado a la Hermandad de la Divina Pastora. Por el contrario, otros desaparecieron con el devenir del tiempo, como la procesión de impedidos o el hecho de que los niños de la hermandad recibieran la Comunión en el triduo, así como el culto que el Redil celebraba el primer sábado de cada mes. En cualquier caso, parece claro que el Redil Eucarístico jugó un papel fundamental en el auge de los cultos de mayo que, de otro modo, quizá hubieran terminado por perderse en la vorágine del tiempo o en función del criterio del párroco de turno.
José María de la Hera
De todas las procesiones Eucarísticas, la del 2009 fue la más solemne, además de san Francisco, la querida Imagen del divino Pastor, participó en la misma.

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