lunes, 26 de septiembre de 2011

Galería de Fotos de la Romería de 2011 (I)

Como me gusta Pastora
escuchar al tamborilero,
ese que anuncia la hora
que prepara el Pastoreño,
y le dice con sus sones
son dos días pá el recuerdo.
Que esto es muy grande
lo que yo siento, aquí muy dentro
siento orgullo madre mía,
de ser Pastoreño.

 
Quisiera ser la campana
y repicar de alegría,
anunciando al Pastoreño
que en la Iglesia es tu salida.
Y al llegar la romería
yo tan solo quiero ser
Pastoreño que camina
delante de la carreta
de mi Pastora Divina.

 
Son hijos del mismo padre,
también de la misma madre
y diferentes los dos.
hacen el mismo el camino
de la iglesia hasta la Ermita,
con la misma devoción
y aunque parezca lo mismo
son diferentes los dos.
Uno camina delante
cantándole sevillanas
al compas de su tambor
el otro monta a caballo
¡que diferentes los dos!
Son hijos del mismo padre
también de la misma madre,
tan diferentes a la vez,
pero los dos Pastoreños
de la cabeza a los pies.

 
La Iglesia se llena toda
tan solo con su presencia,
en ese risco de amores
donde la flor de pureza
radiante en su camarín
desde donde pastorea.
Reina de la Tierra y cielo
allá por el firmamento
es la estrella que más brilla
Madre de los Pastoreños
eres Pastora Divina.

Sin bueyes en la carreta
tú te vistes madre mía
y nadie se imaginaba
sin bueyes la romería.
En un templete te vieron,
a hombros del pastoreño
caminando hacia tu Ermita,
¡nunca se vio en Cantillana
una estampa tan bonita!
La Ermita se quedó triste
cuando te fuiste, Pastora,
por eso Dios le regala
el verte en su cumpleaños
en tu carreta de plata.

 
Tiene mi Virgen un sombrero,
y una corona de Reina,
un risco, trono campero
y un camarín en la Iglesia
por eso es Reina del cielo
que pastorea en la tierra.
No se si por su corona
o su precioso sombrero
o por ser Reina y Pastora
el pueblo que tanto adora
se convirtió en Pastoreño.
 
Desde que nací lo siento,
mi orgullo es ser Pastoreño,
muero por mi devoción.
Me lo enseñaron mis padres,
este cariño tan grande
y el tiempo me lo marcó
por eso te llevo, Madre,
“metía” en el corazón.
Y ese cariño sincero,
que pasa del hijo al nieto
en mi alma germinó,
y el orgullo Pastoreño
en amor se convirtió.
Y Aunque pasen muchos años
y ese que todo lo puede
me llame a su vera un día
yo siempre estaré orgulloso
de mi Pastora Divina.

 
Se me perdió mi medalla
la que fue mi compañera,
la que velaba mis noches
colgada en mi cabecera.
Esa que yo nunca quise
que mi madre la lavara,
que la negrura es la esencia
del camino, se quedara.
Si te la encuentras amigo
andando por el camino
guárdala como recuerdo
la medalla es un trocito
de un corazón pastoreño.

 
El recuerda que su abuelo
sentándolo en sus rodillas,
le contaba “emocionaó”
la primera romería
que el mismo Dios bendijera
con el agua que caía.
Como su abuelo quisiera,
hacer el camino hasta el cielo
ver esa lluvia de estrellas,
mirar como los luceros
mojan su cara morena.

 
Tengo “guardá” mi guitarra
como quien guarda un tesoro
porque en sus notas perdura
y cuando suena, lo añora
que tocó por vez primera,
“pá” la Divina Pastora.
Y dentro del corazón,
llevo de toda la vida
Y guardaré mientras viva,
altar a mi devoción
que es mi Pastora Divina.

 
Yo te quiero a ti Pastora
porque así me lo enseñaron,
es lo que aprendí de niño
la herencia que me dejaron.
En tu carreta de plata,
en tu paso, el camarín,
o en tu risco soberana,
yo te quiero más que a nadie
Pastora de Cantillana.

 
 Ha ce su camino andando
con la humildad por bandera,
lo que sientes de verdad
y lo muestra a todas horas
lo que el dinero no da
y el querer aparentar
el amor por la Pastora.
Que el que nace Pastoreño
nace con un sentimiento
una lección aprendía
y dentro del pensamiento
a la Pastora Divina.


Quisera ser la Paloma
que camina a tu verita
que en vez de capar al viento
prefiere tu compañía.
Y al llegar la romería
yo tan solo quiero ser
Pastoreño que camina,
delante de la carreta
de mi Pastora Divina.

 
Con cariño recordaba,
y en su memoria añoraba,
lo que te voy a contar.
Su primer traje campero
que su abuelo con esmero
se lo iva a regalar
y su madre preparando
pá que no faltara ná.
Su padre ya había montao
la caseta en los Pajares
y las lonas “encargá”,
Y ese escalofrió por dentro
porque el día iba a llegar.
Los momentos que se fueron,
que se fueron para siempre
y que ya no volverán
es lo que nos va haciendo
Pastoreños de verdad.


A mí me ha dicho mi niño
una cosita al oído
y al escuchar sus palabras
mi cuerpo se ha estremeció.
Dime padre porque lloras
cuando la tienes delante
si es tan guapa la Pastora,
porque me hace feliz
y a ti la pena te ahoga.
Y no supe responder
a mi niño chiquetito
aver que le digo ahora
Si no se lo que me pasa
cuando miro a la Pastora.

 
Yo no niego que tú quieras
con locura a la Pastora,
pero no me negaras,
compañero forastero
que ese amor que es de verdad
es fruto de la amistad
con la gente de mi pueblo.
Que el que nace en Cantillana,
nace con un sentimiento
y una lección aprendía,
y dentro del pensamiento
a la Pastora Divina.

Cantillana Pastoreña
unida tiene que estar,
sentir que la romería
todo el año durara,
porque así nuestra Pastora
contenta se sentirá.
Aunque naciera mil veces
mil veces me moriría
y mil veces sentiría
orgullo de mi hermandad
de mi Pastora Divina.

 

Martin Rey nunca vistió
como se viste en septiembre,
entre arcos de victoria,
cúpula que la engrande,
que escenario más bonito
que está ansioso para verte
fruto de la juventud
que trabaja el año entero
tan solo para el momento
que entre flores y palomas,
te estén quitando el sombrero

 

Nuestra Pastora Divina
derrama felicidad,
viendo que los Pastoreños
a los pajares se van,
y se respira un ambiente
de verdadera hermandad.
Aunque naciera mil veces
mil veces me moriría
y mil veces sentiría
orgullo de mi hermandad
de mi Pastora Divina.
 
Ese día quedará
para siempre en el recuerdo
Bajo tus plantas se vio
ese tan ansiado encuentro,
la calle más pastoreña
y el cura más pastoreño.
Cantillanero nació
y de su madre aprendió
eso de ser pastoreño
y su sueño se cumplió
cuando le quitó el sombrero.

 

Dicen que soy Pastoreño
del año tan solo un día,
cuando cojo mi tambor
y me voy de romería,
y meto los pies en el rio
y mientras los bueyes beben
yo le digo a mi Pastora,
Dios mío que guapa eres.
Que yo tengo sus estampas,
siempre puesta su medalla,
y presidiendo mi salón
y siempre la llevo dentro
muy dentro del corazón.
 
Yo te quiero a ti Pastora
con todo mi corazón,
Y mis hijos quiero, madre,
que te quieran como yo.
En tu carreta de plata,
en tu paso, el camarín,
o en tu risco soberana,
yo te quiero más que a nadie
Pastora de Cantillana.

 

Tiene mi Virgen un color
que a mí me quita el “sentio”
cuentan que fue un día el sol,
con todo su poderío,
quien a sus plantas cayó
ante su gran señorío.
Nose si sería el sol,
o si la luz de la luna
en el mundo no hay color
como el que le diera Dios
a mi Pastora Divina.

¡¡VIVA LA PASTORA DIVINA!!
 ¡¡VIVA LA REINA DE CANTILLANA!!
¡¡VIVA LA MADRE DE DIOS!!
¡¡VIVA SIEMPRE LA MISMA!!
¡¡VIVA LA ROMERÍA PASTOREÑA!!

Todas las letras que acompañan las fotos de esta galería son sevillanas que los de la cruz han interpretado a lo largo de los años en el balcón de la pastoreña calle Martin Rey al paso de la carreta. Todas son de Antonio Portillo Daza; de este modo queremos rendir nuestro particular reconocimiento a este pastoreño grupo que cada año se hacen eco del sentimiento del pueblo pastoreño, cantándole a nuestra Pastora Divina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades a Antonio Portillo por esas preciosas letras con las que cada año nos emociona en la calle Martin Rey. ¡ole los poetas pastoreños! siempre escribiendo alabanzas para la Ppastora Divina.

Gracias Portillo, cada año te superas.