martes, 1 de mayo de 2012

Juan Pablo II en los altares


"Abrid las puertas de vuestra existencia a Cristo, Hijo de Dios el hijo del hombre, abandonaos en la filial confianza en la Madre del Señor, que la Iglesia del tercer milenio muestra con alegría como Buena Pastora " Juan Pablo II

Desde el pasado 1 de mayo de 2011, contamos con un nuevo intercesor en el cielo. Ese día el Papa Juan Pablo II fue beatificado por su predecesor, Benedicto XVI, en la plaza de San Pedro del Vaticano. Desde aqui queremos sumarnos a la alegría de la Iglesia universal por este señalado acontecimiento, que no queremos pasar por alto

Juan Pablo II ha sido el Pastor que la grey de Jesucristo necesitaba. Uno de los más dignos y destacados sucesores de San Pedro a lo largo de la historia. Su palabra y su ejemplo han sido aliciente para millones de personas, incluso no creyentes; su prestigio ha sido reconocido por las más variadas instituciones internacionales y su labor en favor de la paz, la libertad y la dignidad humana, decisiva en muchos países que estaban privados de las mismas.

Humanamente fue el Papa simpático y deportista, al que no le importó romper las rigideces protocolarias para acercarse a la gente, recorriendo el mundo, como ningún otro, para llevar la doctrina clara y alegre del Evangelio a todos los rincones, confirmando en la fe a sus hermanos y enseñando a vivirla sin complejos.

Es mucho el bien que Juan Pablo II ha hecho a la Iglesia y al mundo a lo largo de su dilatado pontificado, y la Iglesia ha sabido reconocerlo, admitiendo que vivió todas las virtudes en grado heroico y proclamando su santidad sin dilación alguna.

Juan Pablo II es uno de los santos de nuestros días, que nos enseñan que la santidad también es cosa de hoy. Es un santo que hemos visto en la televisión, que ha escuchado la misma música que nosotros, leído los mismos libros, escuchado las mismas noticias y vividos muchos acontecimientos comunes. Ha recorrido lugares conocidos por todos, e incluso muchos han podido verle en persona o hablado con él directamente.

El que escribe este somero comentario nunca olvidará las dos veces que, representando a la hermandad de la Divina Pastora de Cantillana, tuvo la suerte de estar a su lado, transmitiéndole sinceras muestras de cariño personales y en nombre de todos los hermanos y haciéndole partícipe de nuestra devoción a la Madre de Dios, como Madre del Buen Pastor y Pastora de nuestras almas.

Como ya se ha contado con detalle en estas mismas páginas, a las cuales nos remitimos, estas dos ocasiones fueron con motivo de la asistencia de la hermandad a la beatificación del Cardenal Marcelo Spínola, en 1987, y la otra en 2002, al cumplirse el 50 aniversario de la Romería. En ambos encuentros el Papa recibió sendas imágenes de nuestra titular, una de plata y otra pintada al óleo, junto a publicaciones y audiovisuales de las fiestas, que recogió con interés y agradecimiento. Igualmente emotivo fue el saludo particular que en la audiencia del día 3 de julio de 2002 el Papa dirigió a los más de cien peregrinos pastoreños que habían acudido a Roma.

Como hemos señalado, tras el reconocimiento oficial de la Iglesia, tenemos en el cielo a un santo al que hemos conocido en vida e incluso al que hicimos conocedor de nuestro secular culto y singular veneración a la Divina Pastora. Para Ella nos regaló un rosario y para la hermandad, en varias ocasiones señaladas, su particular bendición apostólica.

Que el Papa mariano por excelencia, el que se consagró a la Virgen con el totus tuus, nos ayude a ser cada vez más suyos, mejores ovejas de su rebaño y mejores pastores de nuestros hermanos.

Que en la gloria siga siendo pastor que vela por la Iglesia y que desde allí nos siga bendiciendo y regalando su intercesión ante Dios y la celestial Pastora, a la que filialmente nos acogemos.


Florencio Arias Solis
Publicado en la Revista Cantillana y su Pastora, 2011.


Juan Pablo II y la Divina Pastora de Cantillana


1986. El Papa regaló un rosario a la Divina Pastora. Fue enviado junto con una carta en la que bendecía a la hermandad, que fue leída en la Función Principal de Instituto. La Virgen llevó el rosario en su mano, junto al cayado, en la procesión.

1987. Con motivo de la beatificación del cardenal Spínola, la hermandad acudió al Vaticano y entregó al Papa un relicario de plata de ley con la imagen de la Divina Pastora. Se recibió posteriormente una carta de agradecimiento con la bendición apostólica.

1995. Bendición del Papa con motivo del 275 aniversario de la fundación de la hermandad.

1996. Carta y bendición Papal para la clausura del aniversario.

2002. Peregrinación de la hermandad a Roma con motivo del 50 aniversario de la romería. Se le entregó al Papa un lienzo con la imagen de la Divina Pastora de Cantillana.
Se recibió una bendición y un telegrama, de la Secretaría de Estado del Vaticano, que leyó en la misa de romeros el cardenal Carlos Amigo Vallejo.

2003. Bendición Papal con motivo del III centenario del nacimiento de la advocación de la Divina Pastora.


“Gracias, celestial Pastora por haber guiado con cariño maternal a los pueblos hacia la libertad".

Palabras de Juan Pablo II inscritas en un trozo del muro de Berlín en el Santuario de Fátima.

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