El convento de la Divina Pastora de Sevilla, además de ser el origen de la devoción a la Madre del Buen Pastor, atesora numerosísimas representaciones de este tema iconográfico en diferentes soportes. La mayoría de ellas formaron parte de aquel museo que el Padre Árdales instaló en el cenobio.
Dada la estrecha amistad del capuchino con el insigne escultor e imaginero Sebastián Santos Rojas, este último realizo numerosos encargos para el convento como el medallón del Simpecado del Redil Eucarístico, la encantadora Pastorcita dormida o la Pequeña talla que nos ocupa.
Se trata de una pequeña imagen de la Divina Pastora, realizada en terracota estofada y policromada, de pequeño formato, pues mide 27 centímetros, fue realizada sobre 1946, aparece acariciando el Divino Cordero y sosteniendo el báculo pastoril mientras que a la espalda cae el sombrero tal como Fray Isidoro establece.
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