domingo, 10 de junio de 2012

Cantos de comunión


Posee la Hermandad diversos cantos de comunión que el coro interpreta durante la novena, el triduo o la misa de romeros. A continuación publicamos algunos de ellos.

Ven Cordero del Señor

¡Ven!, Cordero del Señor
y lléname de Consuelo,
¡Ven! mi Gloria, ¡ven! mi Cielo
en mi pecho a descansar.
Acógele tu, alma mía,
oye sus silbos ardientes,
recíbele reverente
puesto que en ti va a morar.

Viene ya mi Buen Pastor,
mi Rey, mi Dios adorado,
viene ya mi bien amado,
sus dones, a derramar.


¡Oh! que dicha y que consuelo,
venir Dios a visitarme,
venir en persona a honradme,
¡que dignación y bondad!.


De mi corazón, la llave,
te doy, Pastor amoroso,
tu oveja seré gustoso,
sólo a Ti quiero agradar.

Antiguo canto eucarístico. Archivo de la Hermandad.



No te merezco, Señor

No te merezco Señor.              
Yo no soy digno de Ti,                
pero es tan fuerte Tu Amor,      
que me haces mejor,               
si vienes a mi.                            

Aunque mis puertas abiertas están,
con una sola palabra bastó
para salvarme y mi alma curar,
de vuestros labios, mi dulce Señor.


Humilde llega, Señor, Tu Redil,
que la Divina Pastora guió.
Danos Pastor, que venimos a Ti,
como alimento, Tu Cuerpo de Amor.


Tu me acompañas en mi caminar
y eres abierto sendero de luz
Oh!, Buen Jesús, Tú me quieres salvar
y sobre el hombro has cargado mi cruz.


Manuel Garrido López

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Alabado sea, por siempre

Alabado sea por siempre
este Santo Sacramento.
El Pastor Omnipotente
que no cabe en el universo,
que  en Pan se hace presente
y se ofrece como alimento.

Prepara mi alma, Señor,
porque quiere recibirte,
que rijas mi corazón,
ya no quiero verte triste
por mi vida sin amor.


Toma, alma mía, al Señor,
al Pastor que nos redime.
Toma Su Cuerpo de Amor
que eleva hasta lo sublime
al más pobre pecador.


Gracias te damos, Señor,
ya que humilde te quedaste,
para ser Pasto y Pastor,
en Sacramento Admirable
que al hombre da Salvación.


Extraído de antiguas oraciones eucarísticas.


Acércate a recibirle

Por las puertas del Sagrario
viene el Pastor amoroso,
va llamando a las ovejas
con sus silbos cariñosos.

Acércate a recibirle,
toma alimento divino:
Su Cuerpo, en forma de pan
y Su Sangre como vino.
Acércate a recibirle,
toma alimento divino.

Él, humilde, se reparte
para unir a su rebaño,
y como pastor, lo guía
a los Celestiales Pastos.


Ya se encuentra en el Altar,
allí, nos está esperando
el Amor de los amores,
¡vamos todos a buscarlo!


Anónimo

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Yo quisiera Jesús mío

Yo quisiera Jesús mío,
con cariño preguntar:
¿por que los hombres de hoy
se apartan de la verdad?

Cuanto me alegra alma mía
que pienses en los demás,
en el mundo se ha perdido
un poquito de humildad.
Y los hombres no comprenden,
ni miran al mas allá,
pues piensan que en este mundo
todo se puede alcanzar.

Yo creo Jesús querido,
que tú los perdonaras
y en sus corazones fríos
una llama nacerá.

Mi Padre me hizo Pastor,
para cuidar del rebaño,
y llevarlo por senderos
donde hubiese buenos pastos.
Pero los hombres de hoy
ya no escuchan mis palabras,
y van buscando senderos
que les destrozan el alma.

Dulce Padre celestial,
tú no puedes consentir,
que almas que han sido tuyas
hoy se aparten del Redil

Yo a mi Hijo entregué
a salvar la Humanidad,
En el les tenderá su mano
para poderlas sacar,
de la noche oscura y fría
a puertos de claridad,
y cogiéndolas en sus brazos
al rebaño volverán.

Yo quisiera Jesús mío,
con cariño preguntar:
¿por qué los hombres de hoy
se apartan de la verdad?
Dime Porque…

Santiago Díaz Ríos

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Como alegre pajarillo


Como alegre pajarillo
que sólo sabe volar,
déjame que con mi canto
hoy te pueda yo alegrar. 


Jesús mío, en el Sagrario, pasas la noche y el día
esperando que las almas busquen en Ti su alegría.
Tu corazón está triste porque ve a la humanidad
Que, al alejarse de Ti, no encuentra felicidad.


Como alondra mañanera que al sentir llegar el alba
canta y bendice Tu Nombre y vuela alta, muy alta,
así mi alma, Jesús, volar quisiera también,
despegándose del mundo, siguiéndote siempre fiel.


En la Hostia consagrada que en el Sagrario se oculta,
está mi Jesús amante, lleno de amor y hermosura,
viendo que todas las almas humildes vuelven a Él.
Pastor Bueno del rebaño, Tu las puedes socorrer.

Pastora Morejón Maqueda

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