domingo, 21 de marzo de 2010

De romería con la Pastora



El 30 de septiembre de 1952, coincidiendo con el «Día del Besamanos», celebró la Hermandad su primera romería en honor de la Divina Pastora, peregrinando con ejemplar devoción hasta el sitio denominado Los Pajares. El Padre Espiritual de la Hermandad, el querido fray Claudio María de Trigueros, junto con otros hijos pastoreños de este pueblo, fueron los principales promotores de esta fiesta campera, que sería simiente de la popularísima y gran Romería que actualmente conocemos.
Unos años más tarde, el 30 de septiembre de 1956, con ocasión de celebrarse la romería a la finca llamada La Pola, en Los Pajares, y en terrenos donados por doña Concepción López Santolalla, fue colocada la Primera Piedra del que había de ser Santuario de la Divina Pastora. Ofició la ceremonia, que contó con la asistencia de todas las autoridades locales, el Canónigo y Capellán Real de la Catedral Hispalense don José Sebastián y Bandarán, por delegación de la Autoridad Eclesiástica.
El 24 de abril de 1956 recibe Cantillana la Visita Pastoral del Emmo. y Rvdmo. Sr. don José María Bueno Monreal, Cardenal Arzobispo de Sevilla, quien se interesa vivamente por la vida de la Hermandad, dándosele a conocer la intención y antiguo deseo de los amantes de la Divina Pastora de erigir una Ermita en su honor, a lo que prontamente prestó su paternal permiso. Entre los principales promotores de esta venturosa idea, se encontraban el Padre Espiritual de la Hermandad y fundador del Redil Eucarístico, Fray Claudio María de Trigueros y el Canónigo sevillano don José Sebastián y Bandarán, los cuales no escatimaron en esfuerzos para ver felizmente terminado tan ambicioso proyecto.

Para llevar a cabo la realización del nuevo Templo, supervisar las obras y la recogida de donativos y cuotas especiales, fue constituida el 14 de octubre de 1956, una Junta Pro-Ermita, presidida por don Baltasar Morejón Fernández y compuesta por 12 vocales. Entre las actividades llevadas a cabo por esta comisión para fomentar la participación de todos los devotos de la Pastora en la construcción del Santuario, destacan las populares «Fiestas del ladrillo y de la Teja», en las que los pastoreños colaboraban aportando estos materiales.

Con la mayor celeridad fueron acometidas las obras de la Ermita, que comenzaron el 5 de febrero de 1957, festividad de Santa Águeda, con proyecto del arquitecto sevillano don Aurelio Gómez Millán. El templo, fue levantado por la fe y la piedad de hermanos y devotos de la Divina Pastora, que pudieron ver totalmente terminada su casa, el inolvidable 30 de septiembre de 1960, siendo llevada por vez primera, en carreta de plata cedida por la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío del Salvador de Sevilla, la imagen bendita y peregrina de la Divina Pastora, acompañándola como un romero más, el Obispo Auxiliar de Sevilla don José María Cirarda Lachiondo, quien bendijo solemnemente el nuevo Santuario en medio del gozo inenarrable del pueblo. Desde este año se acordó que la imagen de la Pastora visitara su Templo cada cinco años, yendo los restantes su Estandarte o Simpecado. El 30 de septiembre de 1961 la Hermandad estrenó una preciosa y artística carreta de plata repujada y cincelada, obra del orfebre sevillano don Manuel Villarreal y cinco años más tarde, en 1966, se estrenó un Simpecado de terciopelo verde, ricamente bordado en oro y llevando en el centro un relieve en plata de ley con la imagen de la Divina Pastora, obra también de los talleres de Villarreal. Este bonito estandarte, confeccionado para ser llevado en Romería a la Ermita, engarzado en la carreta de plata, fue donado por don José González y su esposa.


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