martes, 10 de julio de 2012

La Carreta de Plata


La carreta de plata de la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana, fue la primera que ejecutaron los talleres de Villarreal y fue bendecida a las puertas de la parroquia, el 30 de Septiembre de 1961, momentos antes de partir hacia los Pajares en Romería.

Anteriormente se utilizaron otras carretas para llevar el Simpecado de la Pastora al olivar de la Pola en la romería que se instituyo en 1952 coincidiendo con el día del besamanos. Fue la romería una iniciativa popular, promovida por el Padre Claudio de Trigueros secundado de numerosas pastoreñas, en esa primera ocasión la comitiva salió de la Plaza de toros llevando varias galeras engalanadas con flores de papel picado, plantas naturales y otros elementos ornamentales. Presidiendo la comitiva iba una sencilla carreta adornada con flores de papel, en la que se situaba un cuadro de la Divina Pastora elevado sobre un monte de corchos y flores imitando el tradicional risco.

Ya en 1954, el Simpecado rojo con la primitiva pintura de la Divina Pastora, acudió por primera vez a los Pajares, para ello se construyó una sencilla carreta de madera que aún se conserva. La misma poseía tres varales de madera pintada de blanco y verde que sostenían un techo de terciopelo verde en cuyo frente aparecía bordado en oro, el anagrama mariano coronado con el sombrero y el cayado. Gabriel Ríos Amores, fue el artífice de esta carreta.

En 1956, se bendice la primera piedra del Santuario y para la ocasión la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Sevilla, establecida en la colegial del Divino Salvador, cedió su carreta de plata, en la cual fue trasladado el Simpecado blanco de gala hasta el lugar donde se erigiría la Ermita Pastoreña. Desde este año sería esta la carreta utilizada para la Romería, siendo también la primera que portó la Imagen de la Virgen, en 1960 con motivo de la bendición del Santuario.

Desde 1961 (exceptuando la romería de 2005), el Simpecado, o la Imagen de la Divina Pastora cada cinco años, al finalizar el mes de Septiembre peregrina hasta la blanca Ermita Pastoreña en la maravillosa carreta de plata que posee la Hermandad. Salida de los talleres sevillanos de Manuel Villarreal, es una obra de orfebrería repujada por completo y realizada en metal bañado en plata.

De la tablazón de su carro, bordeada por un friso, parten cuatro columnas de base cuadrangular con cañones con manzana en el centro y acabadas en hermosos capitales corintios. Las bases están decoradas con motivos florales y las manzanas centrales llevan cuatro cabezas de querubines. El diseño de las columnas se completa con una decoración polilobulada con flores en su interior.

Estas columnas sirven de apoyo a la cornisa de la que nace el bello y artístico techo trilobulado. El interior del mismo está dividido en casetones con adornos alternos de estrellas y flores que asemejan un rico artesonado, claveteado por elementos circulares sobredorados y presentando en el centro una paloma colgante, alusiva al Espíritu Santo. En el frente y la trasera del techo lleva cartelas, también sobredoradas, con el escudo de la Hermandad en el frente y las armas de la Villa de Cantillana detrás. La parte exterior está decorada con grabados de hojarascas y lleva seis jarras y remate central gallonado. Entre las jarras van cuatro penachos calados, también trilobulados, sobre la cornisa. De esta cuelgan seis guirnaldas vegetales a cada lado, separadas por campanitas doradas.

Posteriormente, al estreno de la carreta, se le añadieron unos faldones de metal plateado que sustituyeron a los antiguos en terciopelo verde. Los nuevos están repujados con ornamentación vegetal y columnas. En la parte trasera también se colocó la barra para las promesas sujeta por dos brazos que vuelan hacia fuera. La carreta se completa con cuatro candelabros de guardabrisas en las esquinas, con cinco brazos cada uno que parten de un basamento circular repujado; y cuatro jarras de plata que se sitúan en los laterales.
La peana del Divino Pastorcito, es de plata siendo ejecutada en los talleres de Villarreal. En el centro se sitúa la vara para sujetar el Simpecado que es sustituida por la peana de palta repujada de la Virgen, cada cinco años que como establecen las reglas, es la Imagen de la Virgen la que visita su Ermita.



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